Luego de haber sido condenado a 15 años de prisión en primera instancia y confirmado en la Cámara de Casación, Julio César Grassi rompió el silencio y explicó que tiene "entre manos" a un testigo que puede resultar clave para inclinar la balanza a favor suyo, en la última instancia de apelación ante la Corte Suprema Bonaerense. Grassi, se juega a todo o nada. No tiene opción.
Mientras que abogados y organismos que representan la querella frente al sacerdote, siguen solicitando la detención del cura, el explica que es absurdo y que sería "perder el tiempo" ya que una persona inocente no debe estar en la cárcel.
Tanto el Toc 1 de Morón, como la cámara de Casación, confirmaron el fallo condenatorio contra Grassi. El abogado de uno de los querellantes, Dr. Piris explicó: "ambos pronunciamientos salieron por unanimidad de los jueces."
En principio, el cura permanecerá en libertad hasta que la Corte Suprema Bonaerense resuelva y de la última palabra en este caso que ya lleva casi 10 años en Tribunales.
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